Presentamos una torre de 18 pisos con un nuevo estilo de vida en la ciudad mostrando una arquitectura moderna y ecoeficiente. La idea parte de un edificio rodeado de vegetación, en donde su fachada se convierte en un elemento vivo aportando al paisaje urbano de Quito.

El principal aliciente de este edificio es su fachada. Se compone de unos elementos constructivos a modo de maceteros, diseñados y modulados en función de la composición de la fachada de este edificio y su relación interior - exterior.

Según estos principios la fachada del edificio cambia según la altura y vista hacia el paisaje cercano urbano y lejano natural. En los niveles bajos las fachadas son dominadas por plantas tipo árboles, creando en los departamentos un entorno verde y salvaje, esto creará igualmente mayor privacidad desde la calle y edificios aledaños. Al subir de altura, la vegetación en fachada va cambiando transformándose en arbustos bajos y hierbas, así dando un ambiente verde a los departamentos pero dejando libre la vista panorámica al paisaje lejano.

La vegetación en el edificio no solo funciona como algo decorativo, sino que la vegetación es el aporte de conciencia social para crear espacios en las ciudades donde introducir la naturaleza como forma de vida. Esta vegetación ayuda a la ciudad a eliminar el CO2 que producen los vehículos, fábricas, esto ayuda a limpiar el ambiente y a crear ciudades más sostenibles.